Para la juventud indígena campesina el proceso de integración en el sistema económico consumista representa un reto complejo. La sociedad pre-moderna indígena se ve arrollada por paradigmas modernos y no ha tenido el tiempo de prepararse a la nueva situación de una manera orgánica. Formas tradicionales del ejercicio de la autoridad, de la estructura de la familia y de la comunidad, convicciones morales etc. entraron en crisis. Los descendientes de los Mayas corren riesgo de perder sus valores ancestrales: Respecto y armonía, sentido de la comunidad, la fuerza de la palabra, disciplina, honestidad etc. Clasificaciones racistas aún son muy enraizadas en la mentalidad guatemalteca y los pueblos las sufren de una manera particular. La juventud indígena corre peligro de ser víctima de su complejo de inferioridad que resulta de la historia vivida y tiene sus repercusiones hasta en la actualidad. Queremos contribuir a abrir los ojos a esta juventud campesina y de invitarla de descubrir sus propios tesoros y perlas. En la diversidad hay riqueza y fuerza.

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